Me encanta pensarte, porque en mi mente es tan distinta
nuestra historia, en ella no hay obstáculos, frustradas posesiones, ni
necesarios dominios, tan sólo
existen entregas infinitas, y pasiones desatadas, fusiones indisolubles y
absoluto conocimiento del uno y del otro.
Sí en efecto, en mi mente es tan distinta nuestra historia,
tan cotidiana, tan propia de nosotros, que no admite enrarecimientos, más que
aquellas perversiones que creamos entre nosotros dos.
En mi mente, es tan distinta nuestra historia, que a ella recurro en cada una de las muchas
ocasiones, en que descubro una más de tus decepcionantes verdades, cuando caigo
en la cuenta que la historia, la real, la cierta, no se encuentra más que sustentada
en falsas oratorias.
Verdades disfrazadas e hirientes, que sólo provocan mi
arrepentimiento por buscarlas, hubiera preferido en cada una de las oportunidades en que he caído en las garras de la realidad, haberme mantenido alejado de
ella, ignorante de su existencia y feliz en la miseria del desconocimiento.
Realidades incompresibles, que me obligan por última vez a
refugiarme en mi mente, en ese infinito azul de mi imaginario, para ser el autor de una historia tan distinta a la vivida, que me cobije por las noches y me brinde cálido refugio de las inclementes tormentas de tus falsedades, paraíso en el que he de permanecer voluntariamente… sin ti, sin nadie, sin cordura.
3 comentarios:
La mente nos brinda ese refugio donde permanecer cuando las tormentas cansan tanto que sólo se anhela un puerto donde anclar el corazón acompañado de una soledad silenciosa que quizá duela menos que ese estar sin estar.
Hay historia así, de mil finales, refugio y prisión de sueños no cumplidos.
Gracias por compartir.
Feliz Año Nuevo
Mis mejores deseos para ti siempre.
Un abrazo Federico
Un beso...
Se vive mejor en la realidad, que la mente nos muestre la verdad para poder destruir el pasado y cualquier ilusión. A pesar de lo malo que llega uno a vivir todo es experiencia para buscar un nuevo camino, la esperanza muere al último tal vez un día llegue ese amor que no sea destruído por uno mismo.
Cada vez que entro a tu blog encuentro algo nuevo y con gusto lo leo.
Sólo en la mente somos libres de nosotros mismos...
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