NOCTURNOS MOMENTOS

Estos nocturnos momentos, que tanto odio, por la aberrante necesidad de dejarte ir, porque en cuanto de mi te apartas, aquel ánimo festivo agoniza ante tu lejanía.

Así como naturalmente los días ceden el paso a las noches, yo debo tolerar no verte, no tocarte, ni siquiera escucharte, y en esa sorda y ciega soledad tengo que explicarme y convencerme, mentirme y creerme que ansiosa esperas la mañana para volver a saber de mi, para satisfacer ese deseo de verme, de escucharme y tenerme en esa confusión de cuerpos, combinación de instintos y sentimientos, que galopantes nos conducen al apasionante infierno amoroso.

Pero eso será, únicamente hasta que la cálida mañana derrote a esta noche fría y obscura, soledad inclemente, pérdida de lo que me pertenece, muerte cruel, provocada por el privilegio de tenerte en mi vida, cuando la ocupas plena, colmando todos sus espacios con tu luz, con la tibieza de tu piel, y la nobleza de tu ser, es justamente el momento en que te debo dejar ir.

En que debo continuar, respirando por inercia, noctámbulo solitario y moribundo, ansioso aguardante del momento en que yo mismo sea el puerto del ocaso y de tu arribo.

NOCTURNOS MOMENTOS,

ODIADOS QUEBRANTOS,

NECESIDAD DE LEJANÍA,

SOMBRÍA ES MI VIDA.

AUSENCIAS NATURALES,

INSTINTOS INCONTROLABLES,

INFIERNOS AMOROSOS APASIONANTES,

PRIVILEGIOS MORTALES.

DUEÑA DE MI VIDA,

PLENA Y LUMINOSA OCUPANTE,

TIBIA NOBLEZA,

AUSENCIA FUNESTA,

RESPIRANDO POR INERCIA,

NOCTÁMBULO Y MORIBUNDO,

SOY ESPERANZADO PUERTO,

DE UNA HERMOSA VIAJANTE