Fuego y madera en simbiosis perfecta hemos sido, desde el mismo momento en que nos conocimos, aún sin presentirlo, empezamos a pertenecernos disfrutando de la ilicitud, de la lasciva entrega, en cada clandestina ocasión de la que dispusimos
Efímeros y eternos, fusionados sin preocuparnos por el futuro, ¿Acaso existía?, cuando nuestra desnudez nos obligaba a olvidarnos, a abandonarnos, y el todo desaparecía.
Más como toda historia, concluía, con la satisfecha insatisfacción del alma, que por la materia no permitió la total entrega, y terminó de terminar.
Desapareció en la obscura y fría ausencia de tu vida, sin pertenencia y sin la esencia que nos identificó en esa concluida simbiosis perfecta.
1 comentario:
Cuán hermoso puede ser lo que llega sin planearlo, cuando más se desea y cuando menos se piensa, transgrediendo lo que debe ser, para simplemente ser.
Fusionando y rompiendo a dos almas que sin pertenecerse se pertenecieron.
Efimero y eterno, hermoso e hiriente, unión perfecta que ... terminó de terminar ... dejando su huella en el corazón, en lo que ya no es pero sigue siendo.
Hermoso y sentido
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