Deseo tu piel desnuda,
sin barrera alguna,
que nada se oponga a su disfrute,
mía sin objeción absurda.
Deseo tu piel desnuda,
de a poco, lenta,
que incie donde termina tu cabello,
no tu vestimenta.
Deseo tu piel desnuda,
de los hombros,
a los tobillos,
en ese orden de estribillo.
Es mi deseo tu piel desnuda,
es mi anhelo que sea lento,
pausado, de a poco,
silenciosa pasión que te inunda.
Llevarte al extremo
del placer onírico,
únicamente de mi autoría,
cuando tu alma era por mi...
húmedamente poseída.
1 comentario:
Ardiente deseo...
Hermoso.
Felicidades
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