De nuevo me
encontraste posado en un torbellino de pensamientos, insatisfacciones y
sensaciones. Matizando mi vida y pretendiendo llenarla con ilusiones banales y
superficiales, que fugaces desaparecían a
cada momento, en cada mirada que enfrentaba mi realidad.
Aquella en que
años atrás me abandonaste. Desde esa historia cuyo dolor insinuaba una
conclusión, cual si fuera la milagrosa cura que ansiosamente buscaba mi
maltrecha alma, inició en esta biografía
una búsqueda incansable e insaciable de ti, pues en mi mente quedó el amargo
dejo de lo inacabado, del deseo insatisfecho y de la necesidad de conocerte aún
temiéndote. El irrefrenable deseo por descubrir el peligro que custodiado se
encontraba por tus embriagantes labios, que tan pocas veces pude degustar.
El tiempo no
cicatrizó la herida, únicamente la cubrió de tierra, separándonos más y más a
cada año de tu ausencia. El viento traía mil y una voces que al unísono exigían
a gritos, ¡concluye ese capítulo de tu
relato! Su ignorancia sólo avivaba
el fuego de tu recuerdo, de tu presencia, de mi imperiosa necesidad de ti.
Ante tal seguí
mi ansiosa pesquisa, no por continentes como debió haber sido, pues me sabía aún
en desventaja y si te encontraba sería destruida la última esperanza de mi ya
envenenada mente. Así que pretendí de otras manos lo que me dieron en ocasión
secreta tus ojos y cuerpo en la inconclusa noche de un verano ya lejano. En
aquellos momentos en que me quise erigir como dueño absoluto, nocturno y
clandestino de tu vida, cuerpo y pensamientos. Debo
confesarlo, ¡es menester!, nunca pude encontrarte u olerte, pero sobre todo
expulsarte de mi recuerdo, pues carezco de la posibilidad de tu olvido.
Ante una derrota
ya claramente anunciada y no totalmente aceptada, opté por la sobrevivencia matizando
con lánguidas estampas esta resistencia, refugiándome en paupérrimas texturas, pero
por sobre todas las cosas pasajeras, a cuya partida dejaron en esencia lo mismo
que encontraron, la nada, una ausencia de todo y presencia del vacío, del inexplicable vacío que únicamente se entiende
ahora con tú regreso, pues con él no sólo le has devuelto tu existencia a mi vida, también me trajiste de vuelta al lugar que nunca debimos abandonar, en
efecto hemos vuelto conmigo.
2 comentarios:
Extraña conexión que sólo se encuentra en una persona. Al leerte regresaste a mi mente a ese hombre que deseo que vuelva, porque sus manos me enloquecieron y sus labios borraron mi pasado. Con él deseo compartir mi desayuno, comida y cena.
Buen fin de una obra o una historia, una búsqueda incesante que sólo tenía un camino. Algunas veces es así en otras en la búsqueda llegas a encontrar a alguien nuevo que te hace ver que sólo era costumbre a lo que te aferrabas.
Publicar un comentario