Grito no escuchado,
palabra no leída,
ni siquiera concebida.
Obscuridad atesorada,
guardiana del más grande valor,
el de mi libre espacio de expresión.
Egoísta manifestación,
de un reservorio reflexivo,
monopolio de mis sentidos.
Obscuridad, silente cómplice,
enemiga del bullicio mundano,
y de su crueldad en mano.
Anfitriona seductora,
que invita a la confesión,
de la verdad creadora.
Irónica develación en las sombras,
de una declaración incomunicada,
que no se leerá y será acallada.
Fiel centinela de pensamientos,
míos y de todos, he de confesar,
que recorriéndote está mi andar.
Contigo he regresado,
no he podido abstraerme
y en ti me hallo inspirado.
Obscuridad silente cómplice,
rompe por hoy tu anonimato
y de nuevo permite mi alegato.
Esta dimensión es mía,
mi plena creación y vida,
¡cesa tu encarcelación!.
Que de nuevo la pasión
y su expresión,
sea lumínica irrupción.
4 comentarios:
q bien q escribiera de nuevo deseaba tanto leerle y como siempre muy lindo...(penita)
Gracias por volverme a dar la oportunidad de leer algo diferente, el escribir es una virtud, el transmitir una cualidad y la expresión una definición que encuentro cada vez que entro a este blog.
Me gusto lo que escribiste para tu regreso, siempre hay algo que se convierte en una necesidad para nuestra libertad.
La libertad de pensamiento es un fundamento básico en la esencia del ser. Que nada pare tu inspiración creadora. Es muy grato de nuevo encontrarte aquí en tu Libre espacio de expresión.
Enhorabuena por tu regreso... como siempre.
Un abrazo
Un beso
Me alegró buscarte nuevemente y leerte. GRacias Federico.
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