De tu historia, de tus errores, de la inconsciencia, de tu ausencia de experiencia y madurez has caído rehén, de tu vida pretenden despojarte y apoderarse, cual si se tratare de un simple objeto. Deleznable destino el tuyo.
Ahora que lo descubres, deseas escapar de ese cruel yugo que te aprisiona y te ata, que ha puesto grilletes a tus alas, cadenas a tus ilusiones, te ves imposibilitada de emprender el gracioso vuelo al que estás acostumbrada, y crees contemplar tan solo una tragedia donde antes habitó la esperanza.
Piensas que has quedado sola, porque miras a tu derredor y no ves a quien te tienda la mano en este difícil trance.
Amargos bretes sufrirás, más no debes abdicar de tu ilusión sigue andando que sin duda el final llegará. Recuerda que la soledad no es más que una presencia ilusoria, no caigas presa de ese nuevo carcelero. Abre bien tus ojos ante esa obscuridad, y observa detenidamente, ¡sola no estás!, tus anhelos de libertad encuentran su eco a la distancia, pero desde ella vislumbrarás la luz que te guiará al final de ese túnel en el que te encuentras.
Y todo tu padecer será una anécdota más de tu vida, que ha de ser narrada por modernos juglares e ilustrada por atrevidos pintores, que tomarán tu ejemplo y echarán a volar sus creaciones para dar fiel testimonio del que es tu destino inspirador de gestas redentoras.
Bella, en su cautiverio, debe comprender que la libertad no es un deseo que se pueda acallar, es una necesidad que se ha de colmar, porque sin ella lo demás es fútil, pero con ella, con la Bella libertad todo se armoniza y retumba en atronador grito.
Pero dime narrador de extraordinarias historias, ¿quién es la bella?
La Bella es el ave que momentáneamente no aletea, pero que sus alas son continentes a punto de ser rebasados por una gran fuerza formadora de tornados que abatirá toda cadena, todo grillete, toda mordaza, y que conducirá majestuosamente sus destinos a mejores horizontes.
No temas Bella ave, descansa, toma fuerza que tu cárcel pronto ha de ceder y las rejas caerán, y serán mudos testigos de su lastimosa pérdida al verte abandonar su vida, impotentes para impedir tu vuelo libertario.
Decide con sabiduría, y aproxímate veloz a tu deseo.
3 comentarios:
Una libertad que no puede ser acallada con nada, las cadenas son visibles, más no el pensamiento que incontenible ya vuela desde hace mucho fuera de esa prisión.
Inspirador... bello.
Un abrazo Federico
Un beso
Me gusto como muchos mas pero publica mas seguido, es grato leerte.
Es muy bello!! gracias por compartirlo!
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