Bosquejo de tu creación en el que compones con tus trazos mi destino, en él has decidido jugar con mi existencia, llevándola por veredas insospechadas y con tus caprichosas líneas experimento las más profundas emociones, te deleitas con mis andanzas y casi adivino tu sonrisa traviesa cuando me ves sufrir.
Tu Dibujante de cálida sonrisa y de intenciones indescifrables, a dónde me llevarás con tú mente creadora, cuando burlonamente me miras sabiendo que no logro siquiera sospechar los planes urdidos para mi.
Cómo saber lo que tu voluntad dibujará en mi destino, ¿acaso debo observar el cielo?, y si veo nubarrones grises sabré que la tristeza se ha hecho presente en tu propia delineación de vida y por tanto poco podré hacer para evitar el melancólico destino que tu pulso me describa.
Más si veo una esplendorosa mañana, adivinaré que de tus labios emana una luminosa sonrisa que anticipa trazos alegres, y con ello tenga la paz que tanto ansío y viva tus dibujos desde otra feliz perspectiva.
En cambio, gran confusión me causan los rojizos atardeceres, aquellos donde el cielo se torna en esos encendidos tonos, impredecible boceto para mi es, tal vez sea el anticipo de un cruento enojo donde monte en ira y pierda el control de mis emociones, que termine de admitir la ilusoria conciencia de mis actos, que más bien tu defines en acuarelas, o carboncillos.
Tonos carmesí, que tan propios son de la pasión como de la ira, porque lo reconozco, me has pintado la lujuria en su más artística expresión visual, con esa elegante y sensual sutileza que solo le reconozco a las mujeres. Por eso al observar esos atardeceres, me confundo y solo atino a esperar una intensa montura.
También adivino, cuando te agotas y ya tu creatividad ha cesado, pausas tu arte, lo recoges para desplegarlo en mejor ocasión, y tal vez mejor crítico, justo es cuando a la noche le falta luna y me dejas en esa obscuridad nocturna, en donde al verte dubitativa y meditabunda resuelvo librarte de la necesidad abominable de decidir y al igual que tú, me recojo y dedico las siguientes horas al descanso reparador de almas y cuerpos. Renuncio al libre albedrío impuesto por tu reposo y en franca posición determinista simplemente descanso.
Dibujante de destinos, de vidas y de futuros, poseedora de cálida sonrisa y de intenciones indescifrables, sabes bien que atento estoy a tus encuentros con el lienzo, y aprendo para anticipar el día que me obsequiarás mirando a los elementos, solo te pido que cuando de tu creación te aburras, no te ensañes con el final de este tu personaje y cuando se desgaste el último de tus carboncillos, o se sequen las acuarelas recuerda que de tus dibujos protagonista agradecido siempre fui y que tu último obsequio sea un apunte amable.
6 comentarios:
cada quien mañana pegara la vuelta hacia su destino sin decir adios...(p)
afortunadamente...la inspiración te sigue acompañándo, me agrada leer cosas nuevas
Lo leo y no lo creo, quién se hubiera imaginado tanta inspiración en tí. Felicidades!!!! Escribes muy bonito.
Cómo que "anónimo" ni que nada, soy "Vero E." jaja, no se por qué no salió mi nombre Salu2
Gracias Vero E. aprecio mucho tu opinión, un enorme abrazo.
cuando volvera a escribir...me gusta mucho la lectura y q mejor si son sus escritos...
Publicar un comentario