GRITO DE LIBERTAD.

Quiero ser libre, sin ataduras de ninguna especie y experimentar eso que se predica pero no se practica, no deseo ceder ni un ápice de mi libre espacio de expresión, quiero vivir sin consideraciones.

No libre albedrío o determinismo, simplemente la persona, que no por una convivencia pacífica tenga que ceder su libertad a manos de órganos fallidos.

¡BASTA YA!

Gritaré a los cuatro vientos mi libertad, mis deseos ya satisfechos, sin una sola atadura que me restrinja, quiero construir castillos en el aire, sin corte o tribunal que me imponga la cordura.

Hoy me deshago de las caretas, de ese taller que cargo a mis espaldas, y aceptémoslo, lo que emerge no es gentil, ni educado, ni siquiera ilustrado, soy… y así me conduciré. Siempre en pugna, para eso nací y con ese objetivo me formé ¿por qué negarlo? si es lo que me gusta.

Aunque no lo creas, el mundo necesita de gente así, porque son ellos los que siguen sus principios y convicciones, y su destino es ser sorprendidos por la muerte encerrados en sus trincheras, en pie de lucha, inconformes eternos, que cuestionan y reflexionan, no filosofan porque eso lo consideran perverso.

Simplemente soy, me expreso, escribo y actúo, busco el sentido común liso y llano para entender y leer lo que sucede, sin pretensiones ni altos vuelos que en nada curan a nuestro mundo, pero que si desgastan y laceran a su sociedad.

No creo en las retóricas emotivas, ni en los karmáticos astros o en las instituciones pólíticas, ni en todo aquello que no funciona y si pesa, creo en lo que veo y percibo, en eso creo, aunque no me guste. No me derroto, sigo en ejercicio de mi libertad, gritando, resistiendo y apoyando, no sé si me leas o me escuches, pero seguiré haciéndolo hasta que a mi trinchera llegue la invitada ineludible y me sorprenda en cruenta batalla, agobiado seguramente, pero no de rodillas, de pie como siempre debimos vivir.

¡Hoy grito mi libertad! y tú, ¿cuándo?