FORMAS DE AMAR, DE PERTENECER...

¿Quién decide cuál es la forma de amar?, ¿Cómo se decide a quién pertenecer?, ¿Acaso eres tú?, ¿en la comodidad de tu individualidad? o ¿en las profundidades de tu psique?, ¿Sólo tu, a tú conveniencia determinas nuestro destino?

Si antes de irte, hubieras comprendido mi forma de amar de poseer y de pertenecer, me conocerías plenamente y habrías aceptado como tuyos mis pensamientos, rendido tus sensaciones, sentimientos y reflexiones a mis pasiones y deseos insatisfechos.

No dudo que entonces, si te hubieras permitido eso, habrías decidido pertenecerme y ser parte de mi, enloquecerías con la idea de satisfacer mis instintos y deseos más intensos.

Serías una dichosa víctima de mi lujuria y tu cuerpo disfrutaría aún de mi tacto al recorrerlo íntegro, sin dejar un sólo centímetro sin ser transitado, sólo entonces entenderías porque la pasión es el ingrediente más importante de la vida.

Y en ese momento, resultaría indudable que ya no serías tuya, me reconocerías como tú nuevo dueño, por decisión propia e inquebrantable, con la firme convicción y deseo de ser mía por el resto de tus días, y de abandonarte en mis brazos y en mi mente, me cederías tu alma y cuerpo, llegando al punto en el que no nos hubieramos separado, y de fundar en un sólo ser, dos vidas con toda la intensidad de nuestras pasiones, sin tener freno y mucho menos desearlo, sino por el contrario implorar porque esos momentos... nuestra vida... jamás concluyeran, porque ya no entenderíamos la existencia sin nosotros, el uno sin el otro, tu sin mi y sin ti.

Ahora, te has marchado demasiado pronto, aún sin conocerme, veo ya que concibes tu existencia sin mi, no hay un ser formado por dos vidas, no hay pertenencia, sólo indiferencia y lejanía, aún cuando dices que no me amaste en la forma en que yo quería, pero que me amaste con todo tu ser...

¿Me amaste?, ¿qué amaste si no me conociste?, si no supiste quien era, si no te entregaste. Lo peor aún, no fuiste consciente de quien te poseyó.