ANOCHE PLATIQUÉ CON ELLA

Me despierto, en el mismo lugar, con esta soledad tan llena de gente que ha marcado mi vida desde hace muchos años, esa soledad que sin querer se ha vuelto en mi compañera más constante, inseparable y fiel.

Aunque esta mañana es diferente, el ambiente se percibe distinto de otros días, mi vida no es la misma que la de antes de anoche, porque anoche platicamos, compartimos muchas cosas, se sonrojó, iluminó con su sonrisa la nocturna penumbra.

Esa sonrisa que no pensé que alguien pudiera tener, esa extraña capacidad de sonrojarse, que es tan difícil de encontrar en estos días, porque las almas ya no se apenan, ya no se sorprenden por nada ni por nadie, porque ya todo está dicho, porque ya todo lo saben y todo lo han vivido, pero ella aún lo hace, aún se sorprende, aún se descubre, aún se avergüenza, aún…

Por eso mi vida ya no es la misma, los días de obscuridad, de tristeza, de quebrantamiento, desconfianza, de soledad, de sufrimiento ¿iniciaran su fin? ¿Desaparecerán, ante el maravilloso hallazgo que tuve anoche? Tendrán que rendirse ante su contundente presencia y la luminiscencia digna de un astro, de un sol que es tan complejo que crea todo un universo a su alrededor, que da y quita vida.

Anoche me dí cuenta, que este destino aún tiene guardadas algunas sorpresas para los espíritus extraviados en la vorágine de sus acontecimientos, aquellos que no tienen lugar, los que se sienten fuera de época probablemente porque son almas viejas y la actualidad no les satisface porque conocen muchas realidades, muchas vidas, han recorrido mucho camino, y en el que se encuentran les asusta.

Es ella ahora el puerto, el camino, mi vida y muerte, no encuentro las palabras, esas que nunca me han abandonado, hoy no están donde siempre las hallo han huido ante su incapacidad de expresar lo que siento, recurro a la música, para que otros sean mi vehículo de comunicación, ese libre espacio expresión que se ha quedado muy pequeño ante la inconmensurable dicha encontrada.

Es tan cercana y lejana, es tan libre y tan cautiva, es tan puro y tan prohibido, es tan leal e infiel, es tan de mi vida y la suya le pertenece a otras personas, es y no es…o tal vez somos y no somos.

Nacimos el uno para el otro, y no nos encontramos hasta que esa intención de pertenencia y los destinatarios habían sido pervertidos.

Anoche platiqué con quien no puede pertenecerme pero lo hace y lo hago.